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García es el superhéroe que España necesitaba. Igual a la realidad del país que nos ha tocado en suerte no le vendría precisamente bien que existiera un superhombre facha, pero en lo referente al ecosistema tebeíl este personaje de ficción ha sentado de maravilla. Santiago García y Luis Bustos firman con ‘¡García!‘ (Astiberri) un cómic trepidante que traslada el mito del Capitán América a nuestro tiempo y espacio sociocultural. Un Roberto Alcázar que vuelve a la vida para demostrar que el pasado no solo nunca muere en España, sino que está agazapado a la vuelta de la esquina para dar una hostia a palma abierta.

‘¡García!’ empieza en el Valle de los Caídos. Allí es donde va a reaparecer en nuestros días “el agente secreto de los agentes secretos, capaz de hacer cosas que no estaban al alcance de cualquier persona”. Hace sesenta años desapareció sin dejar rastro, pero ahora alguien ha movido los hilos para que vuelva a escena, en un momento de enorme convulsión política y social para España. Testigo y actriz involuntaria de este inverosímil retorno será Antonia, una joven periodista que busca hacerse un nombre en la redacción de El Actual. Mientras la joven trata de averiguar quién es García, el desconcertado superhéroe deberá enfrentarse a misteriosos enemigos… ¿De qué lado estará ahora García?

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Este primer volumen de ‘¡García!’ (de dos) es toda una experiencia. Su acción es trepidante, va a todo ritmo y hace que el tebeo se devore en lo que parecen minutos. La intriga política que asoma en estas páginas haría salivar a Íker Jiménez y su sanedrín de la conspiranoia. Hay un doble guiño a mitos tebeíles: por un lado, García se presenta como “nuestro” Capitán América, un héroe que regresa a la vida en un tiempo que no es el suyo y que no entiende; por otro, el agente secreto es un claro trasunto de Roberto Alcázar (con Pedrín incluido), un personaje asociado indisolublemente a los valores del franquismo. Este tebeo de aventuras apaisadas escondía algo inesperado: su guionista habitual era José Jordán Jover, antiguo comandante del ejército republicano que sufrió la represión del régimen franquista. Todo apunta a que el héroe de Santiago García y Luis Bustos también lleva sorpresa.

Más elementos que contribuyen a la potencia de ‘¡García!’. Luis Bustos se marca una puesta en escena llena de dinamismo. Su dibujo es mucho más comedido que en su personal ‘Versus‘, pero es justo lo que pide la historia y además él mismo sabe soltarse la rienda cuando llegan las escenas de acción. Como invitado especial, Manel Fontdevila, dibujante para el que originalmente fue pensado el proyecto y que aquí se marca las páginas que recuerdan el glorioso pasado del protagonista. El formato de este tebeo y su diseño, desde la misma portada, está muy próximo al manga, lo que hace aún más sorprendente la experiencia de lectura.

García y Bustos se marcan un tebeo 100% ibérico que presenta como una tradición autóctona un género netamente yanki, con una historia de ficción no fantasiosa (y cuando el escenario es España eso tiene mérito) y que viene servido en envoltorio oriental.

El primer tomo de ‘¡García!’ es tan estimulante y deja tantos interrogantes abiertos que cabe la pregunta: ¿Podrá resolverse todo en la siguiente entrega, tal como se anuncia? A uno le da la impresión de que si esto se imprimiera en Japón daría por lo menos para ocho tomos… La espera hasta el segundo y definitivo volumen se hará larga.